¿Cuántas veces le has sacado la lengua a un niño en un supermercado?
Yo , no sé.
Claro que se las he sacado.
Pero en un supermercado,
No sé.
No recuerdo.
Cuando vea a uno, entonces, le sacaré la lengua mientras su mamá lo lleva de la mano.
Momentos como ese puedan dar un giro a tu día:
Si has estado ocupada, trabajando; o has dejado de pensar,
O has tenido un día-según crees-como otros tantos,
Sacar la lengua a un niño resulta encantador.
Siempre ocurre algo:
O saca la lengua de vuelta con cara de agresión,
O la asoma un poquito por la boca
O se sorprende de esta persona adulta
con tal infantil, desconcertante y espontánea reacción.
Como sea, sacar la lengua en un supermercado-podemos también cambiar de lugar-
Resulta siempre refrescante.
Solo lo recordé. Y ya que lo hice, se los recomiendo.
Ahora, creo que sería más interesante colocarse en una fila ,
de un banco, por ejemplo,
Y comenzar a sacar la lengua a los cajeros o al encargado del mesón.
Imagínense.
Dos de la tarde.
Todos con cara de bancaria gestión
y ustedes ahí parados con la cara arrugada,
en el más típico gesto de burla.
Llenos de infantilismo juguetón.
Ja,ja.
¿Probamos?
A ver si alguien me cuenta la reacción.
LES APLAUDO.
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