lunes, diciembre 26, 2005

Boca Del Río, Perú: Diciembre de 2005



Solo el mar me habla. Está oscuro delante de mí.
No sé si siento paz,pero mi corazón late calmo al ritmo de las olas.
Me acaricia desde lejos la espuma y el viento me acompaña,
Bajo la luz de un poste solitario, en una calle solitaria.

Oscuridad inmensa y llena de vida delante de mí.
Profundo silencio marino.
¡Cuánto te busqué!.

Solo tierra me sostiene.
¿Que hay dentro de mí?.

Una frontera más lejos, el aire fresco acaricia mi silencio.
Camino ajeno.
Nada más que la naturaleza árida y marina han logrado quietud en mi alma.

Mis pasos están ahí, en algún lugar.
¿Hacia dónde va la vida?.

Reflexión de espuma.

Presagios silentes.
Se han robado el corazón.
Los latidos ya no me pertenecen.
El alma ya no es mía.

El tiempo se ha borrado.
Las sombras en mi espalda parecen desaparecer en un pueblo oculto y Forastero.

Nada.
Nada.
Nada.

Solo el mar y su ritmo consecuente.
Solo tiempos de oleaje han logrado la pausa.

Inspiro la oscuridad tuya que canta,océano mágico;
Y no hay nada.
Nada más que lo tuyo.
Nada más que lo del cielo,
La brisa,
Y una tierra que no es mía y que me pertenece,
porque ME ENTREGO.

Soy azul y sal.
Soy aire.

No hay sangre sino inmensa intangibilidad;
Y no sé por qué escribo.
No sé por qué no lloro.
Solo agradezco,
Y tu fiesta me hace sonreir.

Nada es mío y soy toda yo.

Me he dejado de pertenecer.
No soy más que moléculas desvaneciéndose
Entre el mar y la arena.

Bajo un poste,
Rodeada de luminosa ruralidad,
En medio del camino,
SIMPLEMENTE RESPIRO.
No hay más.

Todo circula a través de mí.
La corporalidad ya no es tal.

Variaciones de tic-tac.

Soy entorno.
Sin voz,
Sin cuerpo,
Sin alma;
Y aún así,
COMPLETA.

En Boca del Río me he perdido; y sin embargo,
Nada de lo mío se escapa.
La mente es mar,
El corazón es mar,
El alma es mar,
El cuerpo es mar...

Y el tiempo espera en la frontera,
Porque ha decidido no pasar.

Solo podría contar conchillas.
Nada más.

Gracias por el silencio.