martes, mayo 17, 2005

Nada que esperar



¿Qué debemos esperar?
-Nada, me dijo un amigo una vez. No esperes nada. De nadie

En aquel momento me pareció desesperanzador.
Con los años, y miles de momentos después, me parece afirmación cierta de realidad.

De la desesperanza a la aceptación.
No es que el alma se torne fría. Es solo que ha sido dibujada por el temple.

Si decreto que creo, ¿cómo no he de esperar?. Cómo no!.

La humanidad de todos me ha mostrado sus facetas, por eso, espero. Entiendo.

No es más complejo que la afirmación cognitiva de sucesos fácticos.

Y no es más; porque si así lo fuera, no tendría esperanza a la que acudir, y si no la hubiera, tampoco soy.

Nada de esperar y todo de seguir creyendo. ¿Aparentemente contradictoria filosofía?.
No quisiera en este minuto analizar.

Tal vez sea solo corazón, instinto y presunción. Una advertencia de conductismo cuidadoso, y nada más.

Me parece apropiado.

No esperes nada. No es desesperanza anunciada sino aviso de cuidar la realidad.

¿Qué me hizo recordar?
El día de hoy.
El día del desgano,
El día de un nuevo suceso motivador
El movimiento brusco que me va haciendo reaccionar y vagabundear de un estado a otro,
Silente

“When I´m not around”

Como letra de canción.

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